Con mucha frecuencia vemos a corredores, especialmente populares, correr con medias de compresión en la creencia de que ello mejorará su rendimiento. ¿Pero realmente está probada científicamente esta supuesta ayuda ergogénica?, la respuesta en síntesis, es no. Si realmente fuera tan eficaz, ¿quién duda que los atletas profesionales no vestirían sistemáticamente estas prendas?; pero independientemente de esta consideración subjetiva pero cierta (ver 5000, 1000 y Maratón Londres 2012, por ejemplo), nos preguntamos ¿que nos dicen los estudios científicos al respecto?. Los beneficios esgrimidos por los fabricantes se sitúan en las esferas física, fisiológica y psicológica, si bien no hay demostración cierta de los mecanismos íntimos ligados a los hipotéticos efectos, por lo que la base científica de la ayuda ergogénica permanece sin aclarar. Lo cierto es que el estudio de la literatura desconcierta debido a la gran heterogeneidad de los trabajos publicados (os recomiendo la revisión de MacRae y col, 2011; Sports Med 41: 815), en referencia al tipo de ejercicio, duración, intensidad, perfil de los participantes, tipos de medias, ó indicadores utilizados ligados a los efectos –durante o después del ejercicio-. Hay alguna evidencia de mejora del flujo sanguíneo local, no se han evidenciado modificaciones de la frecuencia cardiaca, en algunos estudios mejora la sensación subjetiva del esfuerzo, no se ha demostrado que haga variar la concentración de lactato en sangre, ni lo más importante realmente, el rendimiento.
Todos estamos influenciados por las modas, también en el deporte, y es comprensible, pero al mismo tiempo debemos ser cuidadosos en situar nuestras “ilusiones” en relación a los efectos ergogénicos que nos vende la industria. No puedo afirmar que las medias de compresión no tengan efectos ergogénicos en corredores, no lo haría nunca, pero si afirmo que los efectos no están claramente demostrados, por lo que en mi caso, prefiero guiarme por lo que la ciencia es capaz de demostrar. Seguro que recordáis las pulseras Power Balance, ¿cuántas de esas descansan ahora en los cajones de nuestras casas?, pues eso.
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