Para la mayoría de los deportistas aficionados la temporada arranca en septiembre tras el parón veraniego; nuevos retos, renovados planteamientos, actualización de equipamientos y sobre todo mucha ilusión. Es el momento de tomar decisiones sobre los objetivos por los que luchar en los próximos meses, realizar balances de la temporada anterior que nos ayuden a rectificar si es necesario, y a priori tratar de encajar a todo eso en nuestra vida laboral, familiar y social.
Es evidente que vamos a someter a nuestro organismo a un estrés más o menos importante por medio del ejercicio físico, algo que en principio es natural (fisiológico podríamos decir), ya que todos nuestros órganos y sistemas están diseñados para ese fin, la actividad física. Hay que entender, que corazón, pulmones, vasos sanguíneos, gran parte del sistema nervioso central y otros sistemas, tienen como razón de ser aportar oxígeno y nutrientes a los músculos esqueléticos para que estos puedan generar fuerza que nos permita desplazarnos. Es por ello, que cuando no nos movemos (sedentarismo), los sistemas se resienten en su función, y con frecuencia enferman.
Todo lo anterior está muy bien, pero para que todo cuadre, esos órganos y sistemas deben funcionar adecuadamente, es decir, deben ser capaces de responder fisiológicamente a las exigencias que nuestro sistema nervioso central (orden motora) y tejido muscular (respuesta motora) demanden. Esto lo entendemos todos. Como también entendemos, que si un órgano o sistema no responde adecuadamente por alguna razón, el estrés del ejercicio podría provocar un desequilibrio en su funcionamiento que llevaría finalmente a la enfermedad.
Pues bien, entonces seguro que todos pensamos que lo mejor que podemos hacer antes de comenzar esta nueva temporada es chequear que nuestros principales órganos y sistemas funcionan bien. Algo parecido a lo que hacemos con nuestros automóviles con la ITV, y que a fuerza de obligarnos por ley todos damos por rutinario. Así, realizar un RMD (reconocimiento médico-deportivo) antes de comenzar la temporada es seguramente una de las decisiones más inteligentes, a la vez que necesarias, que podamos tomar.
¿Si todo está tan claro, por qué entonces solo un 5-10% de deportistas aficionados solicitan realizar un RMD?. Se pueden esgrimir muchas razones, ya que cada uno busca su propia justificación, pero para mí, la más importante es nuestra lejanía aún del concepto de medicina preventiva. Está claro que vamos a acudir inmediatamente al fisioterapeuta cuando no podamos correr porque nos duele el recto anterior, pero en cambio no pedimos cita para hacernos una prueba de esfuerzo porque nos sentimos muy fuertes y saludables. No es un problema económico, las razones están ligadas a nuestro concepto de salud.
Nuestra recomendación es que ahora que comienza la temporada pidáis cita para realizar una prueba de esfuerzo (al ser deportistas aporta mucho más con análisis de gases respiratorios), que incluirá además electrocardiograma de reposo y espirometría, analítica completa de sangre y orina, y una ecografía cardiaca (en años alternos). Estas exploraciones, junto con la historia clínica que realizará el médico especialista en medicina del deporte, os darán garantías para, ahora sí, afrontar todos esos retos y entrenamientos exigentes que os hayáis planteado para esta nueva temporada.
Es evidente que vamos a someter a nuestro organismo a un estrés más o menos importante por medio del ejercicio físico, algo que en principio es natural (fisiológico podríamos decir), ya que todos nuestros órganos y sistemas están diseñados para ese fin, la actividad física. Hay que entender, que corazón, pulmones, vasos sanguíneos, gran parte del sistema nervioso central y otros sistemas, tienen como razón de ser aportar oxígeno y nutrientes a los músculos esqueléticos para que estos puedan generar fuerza que nos permita desplazarnos. Es por ello, que cuando no nos movemos (sedentarismo), los sistemas se resienten en su función, y con frecuencia enferman.
Todo lo anterior está muy bien, pero para que todo cuadre, esos órganos y sistemas deben funcionar adecuadamente, es decir, deben ser capaces de responder fisiológicamente a las exigencias que nuestro sistema nervioso central (orden motora) y tejido muscular (respuesta motora) demanden. Esto lo entendemos todos. Como también entendemos, que si un órgano o sistema no responde adecuadamente por alguna razón, el estrés del ejercicio podría provocar un desequilibrio en su funcionamiento que llevaría finalmente a la enfermedad.
Pues bien, entonces seguro que todos pensamos que lo mejor que podemos hacer antes de comenzar esta nueva temporada es chequear que nuestros principales órganos y sistemas funcionan bien. Algo parecido a lo que hacemos con nuestros automóviles con la ITV, y que a fuerza de obligarnos por ley todos damos por rutinario. Así, realizar un RMD (reconocimiento médico-deportivo) antes de comenzar la temporada es seguramente una de las decisiones más inteligentes, a la vez que necesarias, que podamos tomar.
¿Si todo está tan claro, por qué entonces solo un 5-10% de deportistas aficionados solicitan realizar un RMD?. Se pueden esgrimir muchas razones, ya que cada uno busca su propia justificación, pero para mí, la más importante es nuestra lejanía aún del concepto de medicina preventiva. Está claro que vamos a acudir inmediatamente al fisioterapeuta cuando no podamos correr porque nos duele el recto anterior, pero en cambio no pedimos cita para hacernos una prueba de esfuerzo porque nos sentimos muy fuertes y saludables. No es un problema económico, las razones están ligadas a nuestro concepto de salud.
Nuestra recomendación es que ahora que comienza la temporada pidáis cita para realizar una prueba de esfuerzo (al ser deportistas aporta mucho más con análisis de gases respiratorios), que incluirá además electrocardiograma de reposo y espirometría, analítica completa de sangre y orina, y una ecografía cardiaca (en años alternos). Estas exploraciones, junto con la historia clínica que realizará el médico especialista en medicina del deporte, os darán garantías para, ahora sí, afrontar todos esos retos y entrenamientos exigentes que os hayáis planteado para esta nueva temporada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario