Se ha mostrado con anterioridad que una comida pre-ejercicio de hidratos de carbono con bajo índice glucémico (LGI) mejora el rendimiento en ejercicios de estado estable de duración prolongada en comparación con la ingesta de hidratos de carbono de alto índice glucémico (HGI). Investigadores del Reino Unido (Hulton y col, 2012; Int J Sports Med -15 jun) examinaron el impacto de comidas pre-ejercicio de alto y bajo índice glucémico sobre el rendimiento de un ejercicio intermitente de alta intensidad. Nueve jugadores aficionados de fútbol realizaron un protocolo específico de fútbol seguido de1 km de carrera a máximo rendimiento, 3,5 h después de haber ingerido dos tipos de comidas isoenergéticas (aprox. 830 kcal), una con HGI y otra con LGI. Los resultados mostraron ausencia de diferencias significativas en el kilómetro de carrera a máxima intensidad entre las dos condiciones; tampoco se observaron diferencias en las concentraciones séricas de glucosa, ácidos grasos, glicerol, lactato, insulina, ni betahidroximetilbutirato. Los hallazgos sugieren que el tipo de hidratos de carbono en la comida previa a un partido no tiene un impacto significativo en el rendimiento o respuesta metabólica durante 90 minutos de ejercicio intermitente de alta intensidad.
Los resultados de este estudio nos muestran una vez más que se hace necesario conocer el perfil de actividad a desarrollar con el fin de adecuar el consumo más apropiado de los diferentes nutrientes. En el caso del ejercicio intermitente de alta intensidad, el metabolismo de los hidratos de carbono es clave para sostener un alto nivel de rendimiento, y parece que en ese sentido no parece tener mucha influencia el tipo de hidratos de carbono que ingiramos previamente. En este sentido parece más relevante la necesidad global de los hidratos de carbono como base metabólica de esa modalidad de ejercicio, que las propias características de este principio inmediato.
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