El consumo de leche aporta proteínas y calcio, por lo que podría contribuir a optimizar las adaptaciones del entrenamiento de fuerza; sin embargo, hay muy pocos datos al respecto en adolescentes. Recientemente, se han publicado los resultados de un estudio (Lambourne y col, 2012; Int J Sport Nutr Exerc 7-dic) en el que se valoró los efectos de la ingesta de 0,7 l de leche al día (0,5 l ingeridos justo al terminar el entrenamiento) sobre la composición corporal de adolescentes que realizaron durante 6 meses un entrenamiento programado de fuerza (3 días/semana; 7 ejercicios; 40-85% 1RM). Otro grupo ingirió jugo de frutas, y un tercero solo agua. Los resultados no mostraron diferencias entre grupos en los cambios en la composición corporal, de manera que el aumento de la masa muscular se produjo de manera similar entre los adolescentes que ingirieron agua o jugo de frutas, frente a los que tomaron leche.
Me alegra saber que no hay mejoras significativas porque además los efectos de intolerancias y proinflamatorios que generan en gran cantidad de personas es algo a tener muy en cuenta.
ResponderEliminarHola, quería comentar lo siguiente, he buscado el estudio en Pubmed al ver que contradice todos los estudios realizados con hombres y mujeres adultos en los que siempre ha habido una ganancia de la masa muscular, pérdida de grasa y mejora de fuerza con el uso de medio litro de leche tras el entrenamiento, y he comprobado que este estudio se ha realizado con niños con sobrepeso de una media de sólo 13,6 años, aquí lo dejo:
ResponderEliminarhttp://translate.google.es/?hl=es&tab=wT.
¿Alguien se ha parado a buscar en Pubmed también la gran cantidad de estudios al respecto que hay sobre hombres y mujeres?, como por ejemplo este de mujeres en Canadá de 23 años de media, estudio casi idéntico al de los niños, en el que en sólo 3 meses tomando medio litro tras acabar cada entrenamiento ganan 1,9 Kg de músculo y al mismo tiempo pierden 1,6 Kg de grasa, mejora más la fuerza y aumentan los niveles de 25-hidroxivitamina-D:
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/19997019.
Creo que este estudio con niños no es ni mucho menos concluyente y no tienen nada que ver con todos los estudios realizados hasta la fecha con deportistas adultos.