domingo, 10 de febrero de 2013

Ejercicio intermitente de alta intensidad y triglicéridos postprandiales


El ejercicio atenúa la elevación postprandial de triglicéridos plasmáticos (PPTG); sin embargo, no se conoce bien la posible influencia de la intensidad del ejercicio realizado. Recientemente, se han publicado los resultados de un estudio (Trombold y col, 2013; J Appl Physiol 31-ene) en el que los autores examinaron los efectos de la intensidad del ejercicio sobre PPTG y oxidación de grasas postprandiales. Seis jóvenes varones realizaron uno de los tres tratamientos experimentales: no ejercicio (CON), moderada intensidad (MIE; 50% VO2max 60 min), ó ejercicio isoenergético de alta intensidad (HIE; alternando 2 min al 25% y 2 min al 90% VO2max). La mañana después del ejercicio, se ingirió una comida estándar (16 kcal/kg; 1,02 g grasa/kg, 1,36 g CHO/kg, 0,31 g proteínas/kg), midiendo concentraciones plasmáticas de triglicéridos (TG), glucosa, insulina y beta-hidroxibutirato en ayunas, y cada hora en las 6 h postprandiales. Se utilizó calorimetría indirecta para determinar la oxidación de las grasas en condiciones de ayuno, y 2, 4 y 6 h postprandiales. Los resultados mostraron que en comparación con CON, tanto MIE como HIE atenuaron PPTG, con valores en HIE significativamente menores que en MIE. La oxidación de grasas postprandial fue más elevada en MIE y HIE en comparación a CON, y mayor en HIE que en MIE. En conclusión, a pesar de un gasto energético similar, HIE fue más eficaz que MIE para disminuir PPTG e incrementar la oxidación de las grasas.

Interesante estudio que aporta más evidencias a las ventajas del entrenamiento interválico de alta intensidad en el ámbito de la salud, en este caso en las hipertrigliceridemias o programas de pérdidas de peso.

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